sábado, 21 de septiembre de 2013

En la vera del camino

La carta guardaba el olor de su perfume. Perfume que te recordaba su mirada. Esa mirada que busca en tus pensamientos. Tus pensamientos que se marchan a los recuerdos de viejos y gratos momentos. Recuerdos que guardas en el baúl que es tu corazón.

De un viernes en el garito frente a la playa. De la inmensa tranquilidad del mar. De un beso en el viejo muelle. Del mar transparente que baña tu piel. Del ardiente sol que se esconde en las nubes. Y de aquella vieja y pegajosa canción.

Pegajosos los dedos luego de comer aquel arroz. Manitas de cerdo hervidas hasta tiernas. Garbanzos a punto mantequilla. Chorizos secos. Tomate frito, ajos y pimiento rojo rehogados en aceite de oliva. Arroz bomba, el doble de caldo. Azafrán tostado y molido. La sal en cruz. Todo bailando y cantando en la paella.

Garnacha joven de Calatayud para acompañar y ser acompañado. Sabor a frutos rojos que siempre saben a tentación.


Y en su nombre y a su nombre, Salud! Honor a quien honor merece. Demasiado pronto para llegar tan cerca de las estrellas. Sal camina y mira a ver en el firmamento donde encontraras una señal que te dirá sin egoísmos, ve corre y busca tu felicidad.