Pretender ser todos menos uno mismo.
Tiempos del anti role model. De resaltar el ejemplo de quien menos debemos
seguir. De disfrutar sabiendo que hay otros más jodidos. Del gran titular que
provoca un imbécil. De vender periódicos a costa del ridículo. De vender tiempo
comercial en la televisión a expensas de un tonto con iniciativa, o peor aún, con
dinero. De quien más le vale el tamaño de las nalgas que el del cerebro. De esa
bola de nieve que sigue creciendo con la ignorancia colectiva con la que nos pretenden
educar. Pretender ser todos menos uno mismo.
Del rechazo a nuestras raíces y del
pecado del orgullo nacional. Y si, nacional.pr no dot com. De la vergüenza de
almorzar en la fonda de la esquina. Del absurdo de mostrar orgullo por esa foto
en Facebook del plato de la comida china, italiana o mejicana de una cadena
norteamericana.
De las sobras de una pasta Alfredo, una
ensalada. De las sobras de una pechuga de pollo, unos tacos. De las sobras de
arroz blanco, un arroz chino. Pero con
unas habichuelas guisadas, un arroz mamposteao.
Sofríe unos pedacitos de jamón o
chorizo en un chorro de aceite de oliva. Cebolla lila en trozos pequeños. Un
poquito de sofrito. Añade el arroz viejo y las habichuelas moviendo
constantemente. Adorna con cilantro picadito fino y a comer con lo que sea y comparte
con quien sea.
Claro que hay buenos ejemplos a
seguir. Claro que hay buenas noticias. Claro que hay motivos para reir. Claro
que tenemos mucho de que sentirnos orgullosos. Claro que hay que terminar con egoísmo
y la procastinacion, para juntos construir tus sueños y los míos.