miércoles, 17 de febrero de 2010

Felicidad comienza con F

De momento todo convergía en aquel examen final. Dos horas eternas, donde lo único que pasaba por mi cabeza era, que pasaría con mi futuro. El conjunto de malas decisiones, de oportunidades pasadas por alto, de excesos de algunas cosas y carencia de otras, todo pasaba como un flash por una mente en blanco. Respetaba a quienes no querían respeto, y le faltaba el respeto a quienes no lo merecían. Comenzaba a entender la vida. Entrar al ejército, irme a los EEUU, trabajar de obrero, tirarme al desperdicio, eran algunas de las opciones que se me ocurrían en aquel momento. Unas semanas mas tarde conocería “la mejicana”, como se le llama en el CAAM a ese año de “recogimiento” para poder entrar nuevamente a la universidad a continuar la carrera. Basto con que me dijeran, “si no quieres estudiar, te mantienes tu solo”, para comenzar a entender las consecuencias de aquello. Trabaje de obrero, pinte casas, di tutorías y jugué voleibol para mantener la mente ocupada. A veces la vida se encarga de enseñarte las cosas que te niegas a aprender por otros medios menos dolorosos. Aprender a aprender por cabeza ajena. Aprender a reconocer los errores propios, pues ver los del otro siempre resulta más fácil.


También cocine, después de todo lo menos que podía hacer era tener la cena lista para cuando mis padres llegaran del trabajo. Y lo mas fácil que se me hacia, como cualquier macho cabrio, era hacer BBQ, corrijo cocinar a la parrilla. Raro el olor del carbón un día en semana por el vecindario. Queme varias cosas, reseque otras, deje crudas algunas también. En esos tiempos no existía “food network” con Bobby Flay ni nada por el estilo. Tampoco Google, que es la guía espiritual de muchos. Lo mas cercano eran Biscocho y Cosme por un lado, Luisito Vigoreaux por el otro y las recetas de Paco Villon los domingos en El Nuevo Día. El “trial & error” y la practica eran tu mejor aliado. Luego de varios pollos quemados por fuera y crudos por dentro, aprendí que la mejor forma de asarlo es con fuego indirecto. O sea, el carbón a un lado, y el pollo en otro. O, el pollo en el centro y carbón en los alrededores, pero no carbón debajo. Solamente al final, si se quiere, para tostar un poco la piel y sin quitarle la vista, se pone sobre el carbón.


Una buena y entretenida forma de practicarlo es con el “beer-can Chicken”. Marina un pollo entero durante varias horas. De la caja de cervezas que tienes enfriando, toma una, date un sorbo que vacíe la mitad de la lata. Añade a la lata, con la otra mitad del líquido, algunas hojas de laurel, romero, orégano o las yerbas de tu preferencia. Introduce la lata por el hueco del pollo y ásalo parado con la barbacoa tapada durante par de horas. Para darle estabilidad a la lata, en algunas tiendas (como Home Depot) tienen un embeleco para tales efectos. Para lo que no hay un embeleco es para sostenerte a ti, si te tomas la caja de cervezas tú solo…

Pasó aquel año. Con otra perspectiva de la vida, retornamos a la universidad. Pero me faltaba romperme tres ligamentos de una rodilla para que entendiera que definitivamente solo me dedicara a estudiar.

En la clase de cálculo III, el profesor nos recibió diciéndonos que, la felicidad, comienza con “F”.

4 comentarios:

  1. De tu "mejicana" aprendimos todos...pq eso de que nadie aprende por cabeza ajena, en esa ocasion, no paso, toda la familia lo sufrio y lo vivio contigo...recuerdo perfectamente que cuando llegabamos de la escuela la comida, o estaba "ready" o estaba en "proceso"...en especial una tarde que te inventaste un "pollo agridulce" , yo, como era la "mañosa", me resistia a probarlo y ante tu insistencia, accedi....creo que fue la ultima vez que me resisti a probar alguno de tus gusisos...estaba riquisimo! Creo que si mal no recuerdo la receta era de Gyovanna Huyke. La peor parte de tenerte en la cocina era, "bueno, y ahora a quien le toca limpiar y fregar???"- preg. Mami...y por supuesto...todas las miradas apuntaban a "la señorita de la casa" .....me imagino que esa "tortura" de limpiar y fregar detras de ti le toca a tus niñas..pobrecitas...pq Russie no cae tan bajo!! jajajaja...y es que Juancito deja la cocina como kiosko de Piñones...pero en fin...si recuerdo ese año perfectamente bien...te falto decir que luego de romperte los ligamentos, vino la "peritonitis" ....fuiste un guerrero, y saliste triunfante...por todo eso y mas es que te admiro y te respeto tanto...Te quiero y te adoro hermano y me siento super orgullosa de ser "la hermanita de Juanci" ;)♥

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  2. Ay Lizza le diste duro a tu hermanote... todos aprendimos algo, luego de su mejicana cerca de la peritonitis, llegue yo a su vida!!! El muchacho a mejorado, ya aprendio a dejar la cocina como Dios manda...

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  3. En casa la cocina la deja muy bien, ese no es problema, lo malo que destruye todo, cuchillos, saca corchos, platos y cuidado con el piso que crea cráteres profundos en el piso, estoy segura que algún día saldrá un chino, por el que hizo en mi cocina. Como diría Luisito el Arroz a la Banda cada vez le queda mejor. Lo novedad Arroz a la Chorrera, su nueva receta gracias al antojo Fawaz, le quedó ricoooooo!!!!!!

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  4. Ana Feliciano(Titi Cedes)25 de febrero de 2010, 6:37

    Juanci, me emocionaste con este relato, la verdad que vivimos y sufrimos esos momentos dificiles que pasaste,los vencistes y te ayudaron a crecer para convertirte en ese ser humano que hoy eres,los que te conocen te consideran un ser especial, luchaste pero hoy tienes el resultado de esos sacrificios, de todos aprendiste y asi es la vida, aprendizaje continuo, pero eras afortunado siempre tenias a tu lado esos seres especiales, tu mama, papa y tus hermanos y no se diga de la familia y amigos y tus vecinos que te admiran tanto. Recuerdo tambien que durante ese ano te oriente para que tomaras algunas clases en la Inter y asi lo hiciste, pero fue gracioso,porque te toco el mismo profesor de Calculos(no recuerdo que calculos fue creo que III) que habias tenido en el RUM, y le sacaste una A bien grande para que el profe supiera lo buen estudiante que eras, recuerdo tu peritonitis porque Quique te cuido tambien en el hospital, como te queremos Juanci, eres otro hijo para nosotros, te digo como Lizza, te admiramos y eres un guerrero, te queremos mucho, sigue escribiendo que necesitamos de personas como tu que escriban con sentimiento y a la vez nos den esos consejos de cocina que nos vienen bien a todos

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