Había estado sin escribir unos días, pues la vida me requería que estuviera en otras gestiones. Estos tiempos nos atacan por todos los flancos, el bombardeo es en todos los aspectos de la vida. Por eso, el tener un buen amigo en estos días en tener un tesoro.
Y hablando de amigos, tengo uno que siempre me dice que debemos estar donde nadie te puede sustituir. Como puede ser cuando un familiar enferma o cuando un amigo te necesita. Así que tenia que darle la mano a alguien que lo necesitaba.
Casualmente, de la segunda incursión en la cocina de la que tengo memoria fue como miembro de los Niños Escuchas, época en que coseche muy buenos amigos. Recuerdo que para recibir un “skill” o destreza de cocina teníamos que completar varios requisitos entre ellos, cocinar, obviamente. El menú escogido fue papas majadas, maíz hervido y pollo frito. En el pollo fue que cometimos el error. El pollo – asado o frito- no es para principiantes, fácilmente te puede quedar tostado por fuera y crudo por dentro. Tengo que admitir que –como dicen los gringos- mi “comfort food” favorito es el pollo frito. El mejor, según mis hijas, es el que prepara mi madre. Llevo más de treinta anos tratando de imitarlo pero aun me falta mucho. El pollo que hace mi madre, tranquilizaba a mi primo mas inquieto, cuando éramos pequeños. Hacia lo que fuera por comer arroz con chorizo y el protagonista de hoy.
Unos breves consejos que la vida me ha ensenado son: cortar el pollo en pedazos del mismo tamaño, no llenar el caldero o el sartén con muchos trozos de carne y que el recipiente donde de lo vaya a cocinar no sea delgado o fino, sino que sea bastante pesado.
Ingredientes:
Un pollo troceado
El adobo de su preferencia a gusto*
Una cucharada de vinagre
Harina de trigo
Aceite vegetal
Adobar el pollo por lo menos una hora antes con el adobo y el vinagre. Calentar el aceite a fuego medio alto. Enharinar el pollo removiendo el exceso. Recuerde no echar muchos trozos a cocinar a la vez por que bajaría mucho la temperatura del aceite. Voltear el pollo cuando comience a botar sangre para sellar los jugos. Cuanto tiempo tarda en estar listo no lo se, pero cuando le parezca que este, puede pinchar el trozo mas grande con un tenedor o con la punta de un cuchillo y si sale un liquido transparente esta listo.
*En vez de utilizar un adobo comercial puede ir intentando mezclas con sales, especias y hierbas de su gusto hasta encontrar su preferida. Yo tengo varias que utilizo dependiendo del tipo de carne, que luego puedo compartir con ustedes
Y hablando de amigos, tengo uno que siempre me dice que debemos estar donde nadie te puede sustituir. Como puede ser cuando un familiar enferma o cuando un amigo te necesita. Así que tenia que darle la mano a alguien que lo necesitaba.
Casualmente, de la segunda incursión en la cocina de la que tengo memoria fue como miembro de los Niños Escuchas, época en que coseche muy buenos amigos. Recuerdo que para recibir un “skill” o destreza de cocina teníamos que completar varios requisitos entre ellos, cocinar, obviamente. El menú escogido fue papas majadas, maíz hervido y pollo frito. En el pollo fue que cometimos el error. El pollo – asado o frito- no es para principiantes, fácilmente te puede quedar tostado por fuera y crudo por dentro. Tengo que admitir que –como dicen los gringos- mi “comfort food” favorito es el pollo frito. El mejor, según mis hijas, es el que prepara mi madre. Llevo más de treinta anos tratando de imitarlo pero aun me falta mucho. El pollo que hace mi madre, tranquilizaba a mi primo mas inquieto, cuando éramos pequeños. Hacia lo que fuera por comer arroz con chorizo y el protagonista de hoy.
Unos breves consejos que la vida me ha ensenado son: cortar el pollo en pedazos del mismo tamaño, no llenar el caldero o el sartén con muchos trozos de carne y que el recipiente donde de lo vaya a cocinar no sea delgado o fino, sino que sea bastante pesado.
Ingredientes:
Un pollo troceado
El adobo de su preferencia a gusto*
Una cucharada de vinagre
Harina de trigo
Aceite vegetal
Adobar el pollo por lo menos una hora antes con el adobo y el vinagre. Calentar el aceite a fuego medio alto. Enharinar el pollo removiendo el exceso. Recuerde no echar muchos trozos a cocinar a la vez por que bajaría mucho la temperatura del aceite. Voltear el pollo cuando comience a botar sangre para sellar los jugos. Cuanto tiempo tarda en estar listo no lo se, pero cuando le parezca que este, puede pinchar el trozo mas grande con un tenedor o con la punta de un cuchillo y si sale un liquido transparente esta listo.
*En vez de utilizar un adobo comercial puede ir intentando mezclas con sales, especias y hierbas de su gusto hasta encontrar su preferida. Yo tengo varias que utilizo dependiendo del tipo de carne, que luego puedo compartir con ustedes
Yo no se como mami lo hacia, pero recuerdo que llegabamos de la escuela todos hambrientos (nadie quiera imaginarse a tanto Beguiristain hambriento a la vez...) y alli mismo mami, que ya habia dejado el pollo descongelando desde temprano antes de irse a dar clases(no habia micro), lo condimentaba y lo freia...el pollo le quedaba SABROSO! Al dia de hoy le sigue quedando igual...
ResponderEliminar